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Según la aplicación para la que están diseñadas, podemos encontrar distintos tipos de válvulas. Se diferencian principalmente en su construcción y características. En sistemas de vapor, las válvulas más utilizadas son las de globo, compuerta, bola, mariposa y diafragma.
Seguir el plan de mantenimiento de los sistemas de valvulería prolonga significativamente la vida útil de los equipos. Esto supone un ahorro económico, puesto que previene la necesidad de reemplazarlas con mayor frecuencia.
Este tipo de válvulas se caracterizan por trabajar con un único sentido de flujo. La válvula de control tiene el dominio del caudal, por lo que influye directamente en las variables del proceso como: la presión, la temperatura y el nivel.
Las válvulas son el corazón de los sistemas implicados en el funcionamiento de una planta. La desatención puede ocasionar retrasos o problemas de calidad, y vulnerar una máxima de cualquier compañía, la seguridad.
Este tipo de válvulas necesitan una persona o un motor para ser accionadas. Son utilizadas como elementos de pase y cierre de tuberías. Ofrecen la posibilidad de una restricción mínima del fluido que recorre la línea sobre la que están instaladas.
El Hydroset es un sistema de pruebas que utilizamos para el tarado en línea de válvulas de seguridad. Está diseñado para comprobar su correcto funcionamiento in situ.